Charles A. Eastman / Ohiyesa
El alma del indio1998
Entre nosotros no había más templos o santuarios que los de la naturaleza. Siendo un hombre natural, el indio era intensamente poético. Habría considerado como un sacrilegio construir una casa para Aquel que podemos encontrar frente a frente en las faldas misteriosas y umbrías del bosque primitivo, en el seno de las praderas vírgenes soleadas, sobre las agujas y pináculos vertiginosos de roca desnuda y, más allá, en la bóveda resplandeciente de joyas del cielo nocturno.
Referencia
Charles A. Eastman / Ohiyesa (1998) El alma del indio (una interpretación), p. 17 & 18. Traducción de Esteve Serra. Publicado por J.J. de Olañeta, colección Hesperus, Palma de Mallorca.