Iain McGilchrist

Las omnipresentes formas de pensamiento racionalistas, técnicas y burocráticas han vaciado la vida de sentido al destruir lo que Berger llama el «dosel sagrado» de significados que reflejan creencias colectivas sobre la vida, la muerte y el mundo en que vivimos. La anomia resultante, o la pérdida de todo sentido, la desaparición de cualquier estructura de valores compartida, conduce a una especie de angustia existencial.