Con motivo del Día Internacional de la Felicidad
Cataluña20 Marzo 2022
Hoy, Día Internacional de la Felicidad, queremos reivindicar la felicidad que se encuentra en lo cotidiano, sencillo y pequeño. La que se alcanza en una melodía, en la contemplación de la salida del sol, en un gesto amable, en un trago de agua en una fuente. La felicidad que ha descubierto como lo aparentemente vulgar y cercano es extraordinario, que rehúye costosos lujos y desmesuras caprichosas; la que atisba el mismo paraíso cuando oye un arroyo, divisa un petirrojo o huele los tomillos; la felicidad que, desconfiando de bienestares futuros y artificiosos, ve la luz gracias a la maestría sabia de la Madre Tierra.
Reivindicamos la felicidad que nace de nuestro interior cuando ejercitamos las virtudes, la que se origina en el orden interno de la persona y en la armonía con la naturaleza y sus ciclos; la que se basa más en el ser que en el tener, más en los valores que en las cosas, más en nuestra actitud que en las circunstancias; la felicidad humilde, que tiene hambre y sed de justicia y trabaja por la concordia, la que es sobria, ecuánime y ama la verdad, la de los lirios del campo; la felicidad que no se vende ni se compra y, libre de estridencias publicitarias, está más al alcance de los corazones limpios que de los bolsillos llenos.
Reivindicamos la felicidad para todos, la que florece cuando todo se mantiene conectado en el cosmos, la que no levanta muros para disfrutarse individualmente, la que coopera y comparte, la que compasiva hace llover sobre justos e injustos. La felicidad que no se exige como un derecho o una paga, ni se busca como una obligación o una afición, sino que germina como una gracia cuando uno deja de mirarse el ombligo y de aferrarse a sus deseos, incluso los deseos de felicidad. Reivindicamos la felicidad entusiasta que no se rinde y que toma parte en la fuerza fecunda y misteriosa de la Vida.