Día Internacional de los Pueblos Indígenas: resiliencia y resistencia espiritual
Mundo indígena9 Agosto 2020
El 9 de agosto, la ONU propone que celebremos el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. En 2007, tras años de debates, su Asamblea General aprobó la Resolución sobre los derechos de los pueblos indígenas: Derecho a la existencia, a mantener su cultura, a cultivar la espiritualidad, a sus sistemas de gobernanza, derechos territoriales esenciales, entre otros. Costó mucho aprobarla, pero se cumple poco.
Los últimos siglos se estima que han sido exterminados el 25% de los pueblos indígenas de la Tierra y que más de la mitad de los que subsisten están gravemente amenazados de extinción. Cada año, algun pueblo indígena es exterminado, sea a propósito o indirectamente.
Los pueblos indígenas son nuestros hermanos mayores -a quienes tanto debemos- marginados, perseguidos y criminalizados en muchos países del mundo. A pesar de los genocidios que han sufrido, y que siguen sufriendo, miles de pueblos indígenas siguen reistiendo todavía, a menudo heroicamente, en todos los continentes (también en Europa) a menudo confinados en los lugares más inhóspitos. Según la ONU son unos 400 millones, pero podrían ser más del doble, si la definición de indígena fuera menos restrictiva e incluyera comunidades locales fuertemente arraigadas.
Globalmente, existe una correlación directa entre la diversidad cultural y natural. Los indígenas (5% de la humanidad contemporánea) conservan aproximadamente el 90% de las lenguas del mundo y el 40% de la biodiversidad global. El Informe especial del IPCC sobre el cambio climático (2019) reconoció que los pueblos indígenas y las comunidades locales tienen un papel primordial en la preservación de los ecosistemas y la prevención de la deforestación, pues son los que mejor conservan la biodiversidad, globalmente. Por ello, el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas es vital para combatir el cambio climático y asegurar nuestro futuro colectivo.
Sin embargo, cada año cientos de líderes indígenas son encarcelados, deportados, exiliados, o asesinados, todo el mundo, para defender sus territorios sagrados, contra la voracidad de expresas mineras, petroleras, madereras, agroganaderas, que proveen nuestros supermercados. El informe de Global Witness 2019 documentó que el año pasado se alcanzó el máximo número de líderes asesinados por defender la tierra y el medio ambiente -casi siempre pacíficamente- desde que se efectuan seguimientos anuales. El 40% de los asesinados fueron líderes indígenas, y el 65% de los asesinatos tuvieron lugar en América Latina, especialmente en la región amazónica. La minería fue el sector más mortífero, seguido de las grandes empresas agroalimentarias y forestales.
Nuestro sincero homenaje a todos ellos, así como a todas las organizaciones que luchan a favor de los pueblos indígenas y sus valores sagrados, como el Consorcio ICCA o Survival Internacional. Y también a todas las personas que arriesgan la vida por defenderlos, como ha hecho a lo largo de más de 50 años en el Mato Grosso (Amazonia) el obispo catalán, Pere Casaldàliga, que dejó este mundo ayer.