Día Internacional de la Madre Tierra
Silene22 Abril 2020
Hoy, día 22 de abril, celebramos el Día de la Madre Tierra, que este año coincide con el 50 aniversario de su establecimiento inicial en EEUU. Más adelante, a partir de 1990, con el apoyo de la ONU, esta celebración se establecería mundialmente. Finalmente, en 2009, mediante la resolución A / RES / 63/278, propuesta por el Estado Plurinacional de Bolivia y apoyada por más de 50 estados, la misma ONU incluiría la expresión «Madre Tierra». Por tanto, el 22 de abril es, oficialmente, el Día Internacional de la Madre Tierra. El desarrollo de esa decisión es mantenido por la Iniciativa de Armonía con la Naturaleza de NN.UU dirigida por María Mercedes Sanchez.
Cabe decir que el concepto de «Madre Tierra» no sólo está presente en la mayoría de las cosmovisiones primordiales (indígenas), sino que lo encontramos también en Occidente. Un ejemplo significativo es el de San Francisco de Asís (patrón cristiano de la ecología), quien, en su famoso Cántico de las criaturas, se dirige a «la Hermana Madre Tierra, la cual nos sostiene y gobierna …».
Sin embargo, encontramos por todas partes, que uno se refiere a este día como «Día de la Tierra». Sin embargo, dedicar un día a la «Tierra» a secas no es un hecho neutro. Como otras palabras fundamentales para la comprensión de la realidad en que vivimos, el de ‘Tierra’ es un concepto con unos valores sostenidos por unas creencias relacionadas con una visión del mundo determinada. La noción contemporánea de Tierra (como la de naturaleza), configurada por las ciencias naturales occidentales modernas, es heredera del reduccionismo materialista de los siglos XVII-XVIII, que limitó la comprensión de la realidad en su dimensión física y medible, quitándole no sólo el misterio, sino también su valor intrínseco.
En la crisis sistémica que vivimos, no sería, pues, preferible abandonar conceptos reduccionistas obsoletos como el de ‘capital natural’ o ‘recurso natural’ y recuperar el concepto ancestral de Madre Tierra? En este contexto, la Asociación Silene ha hecho una campaña a nivel catalán, dirigida a entidades conservacionistas y ecologistas, y a nivel internacional (vía UICN) para reivindicar la restitución del nombre de Madre Tierra a la fiesta del 22 de abril. Este sería un primer gesto para empezar a aplicar las profundas implicaciones que se derivan y que la crisis que vivimos justifican más aún.